Pintar metal puede parecer complicado, pero con los conocimientos, el esmalte y las herramientas adecuadas, es posible obtener resultados óptimos. Pintar superficies de metal mejora su apariencia estética y proporciona protección contra la corrosión y el óxido, prolongando así la vida útil de las superficies metálicas, tanto en interiores como en exteriores. En esta guía, se mencionará el proceso completo para pintar superficies metálicas, desde la preparación hasta el acabado final.

Materiales necesarios:

• Lija (El grano dependerá del estado de la superficie)
• Desengrasante antioxidante.
• Primario para metal.
• Esmalte alquidálico anticorrosivo SR-9002.
• Brochas o rodillos.
• Mascarilla y guantes.
• Plástico para proteger el área de trabajo.
• Masking tape.

Preparación:

Existen múltiples factores que se deben tomar en cuenta en la preparación de la superficie de metal. La complejidad de aplicación y la variedad de productos que se pueden elegir son ilimitadas, y abarcan desde las características específicas de la superficie metálica hasta las condiciones ambientales y el tipo de acabado que se desea obtener.

1. Antes de comenzar

• Trabajar preferiblemente en un lugar con ventilación y que esté libre de polvo o suciedad.
• Colocar un plástico de protección en el área de trabajo, el suelo o cualquier superficie que esté alrededor; se recomienda sujetar el plástico con masking tape para evitar que se mueva.
• Usar guantes y una mascarilla para protegerse de los solventes y olores durante el proceso.
• Si la superficie metálica se encuentra en el exterior, evite pintar en días lluviosos o de calor intenso, ya que podría retrasar o acelerar el proceso de secado y estropear el resultado final.
• Eliminar, con ayuda de un trapo limpio, cualquier rastro de grasa, mugre o polvo que la superficie pueda tener. Puede aplicarse desengrasante universal para mejorar el proceso de limpieza.
• Revisar detenidamente las condiciones de la superficie para identificar daños, oxidación o imperfecciones que pueda afectar el resultado final.

2. Preparación del metal

• Eliminación: En caso de encontrar rastros de oxidación, eliminar cualquier rastro de corrosión con ayuda de una lija y posteriormente con una lija más fina, cepillo de alambre o carda mecánica.
• Remoción: Si es necesario, aplicar desengrasante desoxidante, posteriormente dejarlo reposar y finalmente límpialo con abundante agua.
• Sellador: Una vez eliminada la suciedad y el óxido, se recomienda aplicar una capa de primario alquidálico SR-9002, el cual permite que el proceso de oxidación sea más lento, ya que soporta ambientes secos y/o húmedos sin salinidad. Además, el uso de un primario mejorará el rendimiento del esmalte.
• La elección del primario se debe basar en el uso que se le dará a la superficie u objeto de metal, si se utiliza en interiores o exteriores, así como en el acabado que se busca obtener.
• El primario anticorrosivo SR-9002 se debe diluir de 10% a 15% con thinner americano o aguarrás.
• Aplicar el primario preferiblemente con brocha, ya que el producto debe penetrar en los poros de la superficie de metal.
• Se recomienda dejar secar el primario durante 24 horas.

3. Aplicación del esmalte

• A la hora de elegir un esmalte, es fundamental tener en cuenta algunos factores, por ejemplo: la superficie de metal que se pintará, si se utilizará para interiores o exteriores, si es para uso rudo o estético; si se expondrá a zonas con salitre, moho, humedad o que puedan generar corrosión u oxidación.
• Utilizar una brocha, pistola o rodillo limpio permitirá aplicar una capa uniforme de esmalte sobre el metal.
• Se debe agitar el esmalte antes de usarlo y verter la cantidad requerida en una charola o cubeta.
• Permita que el metal pintado se cure por completo antes de utilizarlo o colocarlo en su lugar final.
• La forma en que se aplica el esmalte también puede afectar la calidad del recubrimiento. Es importante aplicar capas delgadas y uniformes para evitar goteos o escurrimientos y respetar los tiempos de secado.

Con la atención adecuada a los detalles y siguiendo los pasos correctamente, es posible transformar superficies de metal, haciendo que resistan el paso del tiempo y los elementos corrosivos.